2. El Espíritu santo produce el fruto
- Para que haya un buen fruto es necesario que se plante primero la semilla. A esto hace Referencia.(Juan 12:23-24)
- El fruto es una medida de la obra del Espíritu Santo en nosotros y de la vitalidad cristiana que poseemos. Un árbol fuerte y vital produce un buen fruto.
2.1 ¿CÓMO CRECE EL FRUTO EN NOSOTROS?
El pasaje de Juan.15, La Vid Verdadera, habla de la relación íntima con Cristo, sin nada que se interponga. No podemos desplegar el fruto del Espíritu Santo todo el tiempo, cuando la comunión con Cristo se ha visto interrumpida por el pecado. El secreto de la permanencia es la OBEDIENCIA.
(Juan 15:1-11)
La rama sin la vid nada puede hacer. Nuestras propias fuerzas para producir el fruto del Espíritu, solo nos producirán fracaso y frustración. La madurez cristiana no se adquiere de un momento a otro. Como la fruta del árbol, toma su tiempo en madurar, siendo a veces necesario podarlo para mejorar su calidad. Así puede ocurrir con nuestras vidas.