2. ¿Por qué debo diezmar?
• Porque esa parte le pertenece al Señor y está consagrada a Él.
(Levítico. 27:30)
Porque la Palabra de Dios nos lo manda.
“Traigan su diezmo al tesoro del templo y así habrá alimentos en mi casa”.
(Malaquías 3:10)
Porque diezmar es mandamiento del Señor con promesa.
(1 Corintios. 16:2)
Porque Dios bendice y protege a quienes prueba en el cumplimiento del diezmo.
(Malaquías 3:10-12)
Porque podemos ayudar a otros a que alaben a Dios.
(2 Corintios.9:13)
2.2. Las dificultades para diezmar
Todos creemos en Dios, pero poco creemos en sus promesas.
(Lucas.6:38)
La inseguridad por el futuro.
Debo guardar,
(Lucas.12:31)
El concepto de riqueza en el mundo en que vivimos nos impide disfrutar lo que Dios nos da. La permanente competencia con los demás por acumular bienes.
El concepto de la riqueza que Dios nos da es lo que podemos hacer sin bienes materiales, “Riqueza es la bondad de su gracia”,
(Efesios.2:1-7)
La pobreza no es la ausencia de bienes materiales. Podemos ser ricos en bienes, pero pobres del amor del Señor.
Nuestra idea del dar:
Es posible dar y ser más ricos y guardar y ser muy pobres.
¿Desconocemos cómo podemos honrar a Dios con nuestros bienes?
(Proverbios.3:9-10)
2.3 ¿Qué pasa cuando no diezmo?
Estamos robando al Señor. Su palabra nos lo dice con contundencia y claramente.
(Malaquías.3:8-9)
Limitamos el crecimiento de su obra al dejar en manos de otros las cargas económicas que debemos compartir.
(Hechos.4:34-37) Estamos negando a otros las oportunidades que el Señor nos ha dado a nosotros.