Lo que enseña la Biblia

Dios te bendiga grandemente, dos cosas que dice la biblia con relación a los que pecan, unos pecan siendo esclavos del pecado y otros habiendo nacido de nuevo y siendo hechos hijos de Dios que aunque siendo libertados del pecado libran una batalla importante con el viejo hombre que queda viciado con los deseos engañosos, efesios capítulo 4 versículo 22 nos enseña. Desháganse de su vieja naturaleza pecaminosa y de su antigua manera de vivir, que está corrompida por la sensualidad y el engaño. esto significa que por un largo tiempo luego de haber creído, recibido a cristo, nacido de nuevo o convertido seguimos siendo seducidos y atraídos por la antigua vida y por los pecados que antes cometíamos aun habiendo conocido a Dios, los malos deseos no desaparecen de nosotros pero sí dejan de gobernarnos estando nosotros ahora en cristo. Ahora no sólo hay un viejo hombre sino también un nuevo hombre que ama lo bueno obedece a Dios y se deleita en guardar su palabra, romanos capítulo 6 versículos 12 al 14. No permitan que el pecado controle la manera en que viven; no caigan ante los deseos pecaminosos.  No dejen que ninguna parte de su cuerpo se convierta en un instrumento del mal para servir al pecado. En cambio, entréguense completamente a Dios, porque antes estaban muertos pero ahora tienen una vida nueva. Así que usen todo su cuerpo como un instrumento para hacer lo que es correcto para la gloria de Dios.  El pecado ya no es más su amo, porque ustedes ya no viven bajo las exigencias de la ley. En cambio, viven en la libertad de la gracia de Dios.

Todo verdadero hijo de Dios experimenta dentro de sí una lucha entre el bien y el mal, por un lado nuestro viejo hombre y por el otro lado el espíritu de Dios, el consejo de Dios es claro escoge lo espiritual y déjate guiar por el espíritu santo y no satisfagáis los deseos de la carne Gálatas 5 versículos 16 al 17. Por eso les digo: dejen que el Espíritu Santo los guíe en la vida. Entonces no se dejarán llevar por los impulsos de la naturaleza pecaminosa. La naturaleza pecaminosa desea hacer el mal, que es precisamente lo contrario de lo que quiere el Espíritu. Y el Espíritu nos da deseos que se oponen a lo que desea la naturaleza pecaminosa. Estas dos fuerzas luchan constantemente entre sí, entonces ustedes no son libres para llevar a cabo sus buenas intenciones.La lucha es latente y el conflicto es real estamos bien y de repente aparecen los malos deseos los recuerdos del pasado y las tentaciones se posan cerca de nosotros y en muchas de ellas caemos.

Pero esta es nuestra confianza “somos libres en Cristo Jesús”